viernes, 1 de junio de 2012

Las fuerzas morales. José Ingenieros

La juventud termina cuando se acaba el entusiasmo. No hay mayor privilegio que el de conservarlo hasta la madurez; es don de pocos y parece milagro en quien lo atesora hasta la ancianidad, como Sócrates… Sólo cosechan simpatía los que siembran su propio entusiasmo.

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