lunes, 2 de septiembre de 2013

Vivir en Cristo. Severino María Alonso

El hombre, más aún que toda otra criatura, es ‘ser’. Pero también es límite. Es constitutivamente un ser temporal, es decir, un ser en devenir y siempre en camino de realización. Y como ser limitado, en el que el ser es más fuerte que el límite, el hombre tiene necesidad de trascenderse a sí mismo: saliendo de sí hacia las cosas y hacia las otras personas…

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