Odio, s. Sentimiento cuya intensidad es proporcional a la
superioridad que lo provoca.
Olvido, s. Estado en que los malos cesan de
luchar y los tristes reposan. Eterno basurero de la fama. Cámara fría de las
más altas esperanzas. Lugar donde los autores ambiciosos reencuentran sus
obras sin orgullo, y a sus superiores sin envidia. Dormitorio desprovisto de
reloj despertador.
Optimismo, s. Doctrina o creencia de que todo
es hermoso, inclusive lo que es feo; todo es bueno, especialmente lo malo; y
todo está bien dentro de lo que está mal. Es sostenida con la mayor tenacidad
por los más acostumbrados a una suerte adversa. La forma más aceptable de
exponerla es con una mueca que simula una sonrisa. Siendo una fe ciega, no
percibe la luz de la refutación. Enfermedad intelectual, no cede a ningún
tratamiento, salvo la muerte. Es hereditaria, pero afortunadamente muy poco
contagiosa.
Oratoria, s. Conspiración entre el lenguaje y
la acción para defraudar al entendimiento
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