lunes, 31 de mayo de 2010

Integridad. Un liderazgo diferente. Marcelo Paladino, Patricia Debeljuh, Paola Delbosco

Pero indudablemente, si son los números y el corto plazo los que mandan, “la empresa está despersonalizada”, y esta tendencia termina modificando el sentido mismo de la entidad, que ya no puede ser vista como una organización de perosnas que trabajan compartiendo un mismo fin y así aportan al bien común y a su propia realización. En el enfoque cortoplacista son los resultados numéricos inmediatos los que cuentan, así que la compañía termina siendo un mero instrumento despojado de su carácter humano: “Cada ves se ahonda más la crisis interna de la falta de humanidad en la organización, y la persona se torna cada día más descartable”.

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