lunes, 17 de junio de 2013

Ocasión o Tentación. Silvano Fausti

La raíz de todo engaño es amor propio. Para la gente común se encuentra en la búsqueda de sus intereses, placeres y honores mundanos; para los “espirituales” se disfraza de hipocresía, con búsqueda de intereses, placeres y recompensas espirituales. Son tantos y tan cegadores los movimientos de amor propio, que se puede decir que el don más grande es el de no tener otro que el reconocimiento de sus propios defectos...

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