martes, 13 de enero de 2015

Filosofía aquí y ahora. José Pablo Feinmann

...el hombre es un ser patético, patético porque vive una situación patética: la de saber su finitud. Pero a la vez, es un ser precioso porque cada uno de los instantes de su vida vale infinitamente. El instante de la vida de un inmortal no vale nada porque ese instante va a ser repetido hasta la náusea, va a ser repetido hasta el infinito, en cambio, cada uno de los instantes de nuestra vida es único, es único porque es un camino hacia la muerte, es verdad, pero es también nuestra vida actual presente en la que estamos viviendo ahora, entonces, eso es lo que nos hace preciosos, preciosos, cada momento de nuestra vida es precioso.

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