Nadie puede construir el puente en el que tú, y sólo tú, deberás cruzar el
río de la vida. Ha de haber infinidad de senderos y puentes y semidioses que con
placer te transportarían; pero sólo si estás dispuesto a pagar el precio de
renunciar a ti mismo. Hay sólo un sendero en el mundo que nadie puede recorrer
sino tú ¿Dónde lleva? No preguntes, ¡camina!
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