Las personas que enseñan a otros a leer, o a navegar una biblioteca, y que no abandonan a pesar de que sus alumnos puedan tener dificultades para aprender, serán las que obtengan los mejores lugares en el cielo. Yo no sé muchas cosas, pero esto lo sé como cierto.
[...]
Para mí, enseñar es un llamado sagrado, especialmente cuando se enseña a estudiantes con menos posibilidades de obtener logros.
Mostrando entradas con la etiqueta Bien común. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Bien común. Mostrar todas las entradas
domingo, 1 de enero de 2017
Stitches: A Handbook on Meaning, Hope and Repair. Anne Lamott
Referencias:
Bien común,
Compromiso,
Educación,
Ensayo,
Esfuerzo,
Hombre,
Ideales,
Lamott,
Prójimo,
Responsabilidad,
Sabiduría,
Trabajo

Publicado por
Jose Ricardo Lucks
el
domingo, enero 01, 2017
viernes, 23 de diciembre de 2016
First and Last Notebooks. Simone Weil
Referencias:
Amistad,
Amor,
Arrogancia,
Bien común,
Comunidad,
Defectos,
Ensayo,
Generosidad,
Mundo moderno,
Prójimo,
Virtud,
Weil

Prestarle atención a quién la necesite es la menos común y a su vez la más pura forma de generosidad
Publicado por
Jose Ricardo Lucks
el
viernes, diciembre 23, 2016
miércoles, 21 de diciembre de 2016
El tercer ojo. Lobsang Rampa
Referencias:
Aprendizaje,
Bien común,
Coherencia,
Compromiso,
Educación,
Enseñanza,
Filosofía,
Lobsang Rampa,
Novela,
Prójimo,
Responsabilidad

Siempre teníamos que recordar el viejo adagio budista: "Siendo tú mismo el ejemplo, haz sólo el bien, y ningún mal a los demás. Esa es la esencia de las enseñanzas...".
Nuestro Abad Mayor, el lama Champa La, era tan severo como mi padre, y exigía obediencia instantánea. Uno de sus dichos era: "Leer y escribir son las puertas de todas las virtudes", de modo que teníamos mucho que hacer a ese respecto.
Nuestro Abad Mayor, el lama Champa La, era tan severo como mi padre, y exigía obediencia instantánea. Uno de sus dichos era: "Leer y escribir son las puertas de todas las virtudes", de modo que teníamos mucho que hacer a ese respecto.
Publicado por
Jose Ricardo Lucks
el
miércoles, diciembre 21, 2016
jueves, 15 de diciembre de 2016
Becoming Wise: An Inquiry into the Mystery and Art of Living. Krista Tippett
Referencias:
Amistad,
Amor,
Aprendizaje,
Bien común,
Compromiso,
Comunidad,
Ensayo,
Inteligencia,
Prójimo,
Sabiduría,
Tippett

Si estamos intentando vivir más sabiamente y no sólo más inteligentemente, aspiraremos a aprender qué significa amar, cómo comienza y se profundiza, cómo se marchita y cómo revive, lo que podría considerarse como una mejora personal y privada pero también algo ateniente un bien común.
Publicado por
Jose Ricardo Lucks
el
jueves, diciembre 15, 2016
lunes, 5 de diciembre de 2016
How to Love: Thich Nhat Hanh
Referencias:
Amistad,
Amor,
Aprendizaje,
Bien común,
Compromiso,
Comunidad,
Escucha,
Prójimo,
Sufrimiento,
Thich Nhat Hanh

Entender el sufrimiento de alguien es el mejor regalo que
puede dar a otra persona. La comprensión es otro nombre del amor. Si no
entiendes, no se puede amar.
Publicado por
Jose Ricardo Lucks
el
lunes, diciembre 05, 2016
jueves, 8 de septiembre de 2016
How to Love: Thich Nhat Hanh
Referencias:
Amistad,
Amor,
Bien común,
Comunidad,
Crecimiento,
Defectos,
Ensayo,
Familia,
Hombre,
Prójimo,
Thich Nhat Hanh,
Tolerancia,
Virtud

If you pour a handful of salt into a cup of water, the water becomes undrinkable. But if you pour the salt into a river, people can continue to draw the water to cook, wash, and drink. The river is immense, and it has the capacity to receive, embrace, and transform.
When our hearts are small, our understanding and compassion are limited, and we suffer. We can’t accept or tolerate others and their shortcomings, and we demand that they change. But when our hearts expand, these same things don’t make us suffer anymore. We have a lot of understanding and compassion and can embrace others. We accept others as they are, and then they have a chance to transform.
Publicado por
Jose Ricardo Lucks
el
jueves, septiembre 08, 2016
martes, 22 de marzo de 2016
Elogio de la crisis. Leopoldo Kohon
Referencias:
Bien común,
Comunidad,
Defectos,
Ensayo,
Hombre,
Kohon,
Mundo moderno

Originariamente el Progreso fue imaginado como el logro de mejores condiciones de vida, tanto en lo económico como en lo cultural y existencial. En la medida en que esta intención se fue volcando en acciones, comenzaron a ocurrir deformaciones del ideario inicial. Así “el progreso real” se entendió, cada vez más, sólo como crecimiento económico y mayor disponibilidad de bienes materiales ... La felicidad de las personas y los objetivos de una buena vida fueron quedando postergados.
[...]
El individualismo competitivo, pieza que resultó fundamental en las primeras etapas del progreso económico, debilitó la conciencia de comunidad vigente en las comunidades tribales y luego en la familia ampliada. Acrecentó así el desinterés por la situación de los otros.
[...]
Las consecuencias negativas se hicieron mayores en el grado en que las acciones económicas se orientaron a la ganancia como sentido excluyente.
[...]
La humanidad no está encontrando las maneras de convertir ese logro en la base de nuevas y mejores formas de vida. Los escollos que nutren esta imposibilidad tiene que ver con la lógica que surge de las viejas maneras de entender sus intereses por parte de quienes acumularon mayor poder económico, pero también, y mucho, con una manera de ser y vivir que hemos heredado y que aún orienta nuestras vidas.
[...]
El individualismo competitivo, pieza que resultó fundamental en las primeras etapas del progreso económico, debilitó la conciencia de comunidad vigente en las comunidades tribales y luego en la familia ampliada. Acrecentó así el desinterés por la situación de los otros.
[...]
Las consecuencias negativas se hicieron mayores en el grado en que las acciones económicas se orientaron a la ganancia como sentido excluyente.
[...]
La humanidad no está encontrando las maneras de convertir ese logro en la base de nuevas y mejores formas de vida. Los escollos que nutren esta imposibilidad tiene que ver con la lógica que surge de las viejas maneras de entender sus intereses por parte de quienes acumularon mayor poder económico, pero también, y mucho, con una manera de ser y vivir que hemos heredado y que aún orienta nuestras vidas.
Publicado por
Jose Ricardo Lucks
el
martes, marzo 22, 2016
miércoles, 25 de noviembre de 2015
Política. Aristóteles
Referencias:
Aristóteles,
Bien común,
Ensayo,
Justicia,
Ley,
Mundo moderno,
Política

Parece imposible que un gobierno dirigido por los mejores ciudadanos no sea excelente, no debiendo darse un mal gobierno sino en Estados regidos por hombres corruptos. Y, recíprocamente, parece imposible que donde la administración (las leyes) no es buena el Estado sea gobernado por los mejores ciudadanos.
Pero es preciso observar que las buenas leyes no constituyen por sí solas un buen gobierno, y que lo que importa, sobre todo, es que estas leyes buenas sean observadas. No hay, pues, buen gobierno sino donde en primer lugar se obedece la ley, y después, la ley a que se obedece se funda en la razón; porque podría también prestarse obediencia a leyes irracionales.
Pero es preciso observar que las buenas leyes no constituyen por sí solas un buen gobierno, y que lo que importa, sobre todo, es que estas leyes buenas sean observadas. No hay, pues, buen gobierno sino donde en primer lugar se obedece la ley, y después, la ley a que se obedece se funda en la razón; porque podría también prestarse obediencia a leyes irracionales.
Publicado por
Jose Ricardo Lucks
el
miércoles, noviembre 25, 2015
lunes, 16 de noviembre de 2015
Los 7 hábitos de las personas altamente efectivas. Stephen Covey
Referencias:
Bien común,
Coherencia,
Compromiso,
Comunidad,
Covey,
Ensayo

Without involvement, there is no commitment. Mark it down, asterisk it, circle it, underline it. No involvement no commitment.
Publicado por
Jose Ricardo Lucks
el
lunes, noviembre 16, 2015
sábado, 19 de septiembre de 2015
Lo que la ira te hereda. Patricia Rosa Linda Trujillo Mariel
Referencias:
Bien común,
Comunidad,
Ensayo,
Hombre,
Mundo moderno,
Nash,
Trujillo

Hoy comprendo que sólo cuando me siento bien puedo propiciar que el que está a mi lado esté bien. Y más aún, que el bienestar de otro me brinda placer. Me hace sentir bien.
…
Por ello, si yo gano, tú ganas y ellos también. Se involucra un estado de negociación en el que todos obtienen beneficios y en el que la negociación trae como consecuencia una mejora incluso en las relaciones personales. Esta teoría, desarrollada por el Dr. John Nash, físico matemático y ganador del premio Nobel en 1994, enseña que la integración del hombre hacia la construcción positiva del entorno genera bienestar.
…
Un individuo que vive en un egocentrismo letal sólo piensa, siente y orienta su bienestar hacia su persona, olvidando que su ser se integra dentro del ser de la comunidad.
…
Por ello, si yo gano, tú ganas y ellos también. Se involucra un estado de negociación en el que todos obtienen beneficios y en el que la negociación trae como consecuencia una mejora incluso en las relaciones personales. Esta teoría, desarrollada por el Dr. John Nash, físico matemático y ganador del premio Nobel en 1994, enseña que la integración del hombre hacia la construcción positiva del entorno genera bienestar.
…
Un individuo que vive en un egocentrismo letal sólo piensa, siente y orienta su bienestar hacia su persona, olvidando que su ser se integra dentro del ser de la comunidad.
Publicado por
Jose Ricardo Lucks
el
sábado, septiembre 19, 2015
viernes, 11 de septiembre de 2015
Leviatan. Thomas Hobbes
Así hallamos en la naturaleza del hombre tres causas principales de discordia. Primera, la competencia; segunda, la desconfianza; tercera, la gloria.
La primera causa impulsa a los hombres a atacarse para lograr un beneficio; la segunda, para lograr seguridad; la tercera, para ganar reputación. La primera hace uso de la violencia para convertirse en dueña de las personas, mujeres, niños y ganados de otros hombres; la segunda, para defenderlos; la tercera, recurre a la fuerza por motivos insignificantes, como una palabra, una sonrisa, una opinión distinta, como cualquier otro signo de subestimación...
Fuera del estado civil hay siempre guerra de cada uno contra todos. Con todo ello es manifiesto que durante el tiempo en que los hombres viven sin un poder común que los atemorice a todos, se hallan en la condición o estado que se denomina guerra; una guerra tal que es la de todos contra todos.
...
En una situación semejante no existe oportunidad para la industria, ya que su fruto es incierto; por consiguiente no hay cultivo de la tierra, ni navegación, ni uso de los artículos que pueden ser importados por mar, ni construcciones confortables, ni instrumentos para mover y remover las cosas que requieren mucha fuerza, ni conocimiento de la faz de la tierra, ni cómputo del tiempo, ni artes, ni letras, ni sociedad; y lo que es peor de todo, existe continuo temor y peligro de muerte violenta; y la vida del hombre es solitaria, pobre, tosca, embrutecida y breve.
...
El fin del Estado es, particularmente, la seguridad. ... La causa final, fin o designio de los hombres (que naturalmente aman la libertad y el dominio sobre los demás) al introducir esta restricción sobre sí mismos (en la que los vemos vivir formando Estados) es el cuidado de su propia conservación y, por añadidura, el logro de una vida más armónica; es decir, el deseo de abandonar esa miserable condición de guerra que, tal como hemos manifestado, es consecuencia necesaria de las pasiones naturales de los hombres, cuando no existe poder visible que los tenga a raya y los sujete, por temor al castigo, a la realización de sus pactos y a la observancia de las leyes...
La primera causa impulsa a los hombres a atacarse para lograr un beneficio; la segunda, para lograr seguridad; la tercera, para ganar reputación. La primera hace uso de la violencia para convertirse en dueña de las personas, mujeres, niños y ganados de otros hombres; la segunda, para defenderlos; la tercera, recurre a la fuerza por motivos insignificantes, como una palabra, una sonrisa, una opinión distinta, como cualquier otro signo de subestimación...
Fuera del estado civil hay siempre guerra de cada uno contra todos. Con todo ello es manifiesto que durante el tiempo en que los hombres viven sin un poder común que los atemorice a todos, se hallan en la condición o estado que se denomina guerra; una guerra tal que es la de todos contra todos.
...
En una situación semejante no existe oportunidad para la industria, ya que su fruto es incierto; por consiguiente no hay cultivo de la tierra, ni navegación, ni uso de los artículos que pueden ser importados por mar, ni construcciones confortables, ni instrumentos para mover y remover las cosas que requieren mucha fuerza, ni conocimiento de la faz de la tierra, ni cómputo del tiempo, ni artes, ni letras, ni sociedad; y lo que es peor de todo, existe continuo temor y peligro de muerte violenta; y la vida del hombre es solitaria, pobre, tosca, embrutecida y breve.
...
El fin del Estado es, particularmente, la seguridad. ... La causa final, fin o designio de los hombres (que naturalmente aman la libertad y el dominio sobre los demás) al introducir esta restricción sobre sí mismos (en la que los vemos vivir formando Estados) es el cuidado de su propia conservación y, por añadidura, el logro de una vida más armónica; es decir, el deseo de abandonar esa miserable condición de guerra que, tal como hemos manifestado, es consecuencia necesaria de las pasiones naturales de los hombres, cuando no existe poder visible que los tenga a raya y los sujete, por temor al castigo, a la realización de sus pactos y a la observancia de las leyes...
Publicado por
Jose Ricardo Lucks
el
viernes, septiembre 11, 2015
miércoles, 24 de junio de 2015
Política. Aristóteles
Referencias:
Aristóteles,
Bien común,
Ensayo,
Justicia,
Política,
Prójimo,
Virtud

...así como el hombre perfecto es el mejor de los animales, así también, apartado de la ley y de la justicia, es el peor de todos.
La injusticia más insoportable es la que posee armas, y el hombre está naturalmente provisto de armas al servicio de la sensatez y de la virtud, pero puede utilizarlas para las cosas más opuestas. Por eso, sin virtud, es el ser más impío y feroz, y el peor en su lascivia y voracidad. La justicia, en cambio, es un valor cívico, pues la justicia es el orden de la comunidad civil, y la virtud de la justicia es el discernimiento de lo justo.
La injusticia más insoportable es la que posee armas, y el hombre está naturalmente provisto de armas al servicio de la sensatez y de la virtud, pero puede utilizarlas para las cosas más opuestas. Por eso, sin virtud, es el ser más impío y feroz, y el peor en su lascivia y voracidad. La justicia, en cambio, es un valor cívico, pues la justicia es el orden de la comunidad civil, y la virtud de la justicia es el discernimiento de lo justo.
Publicado por
Jose Ricardo Lucks
el
miércoles, junio 24, 2015
lunes, 9 de marzo de 2015
Diálogos, El Político. Platón
Referencias:
Aristóteles,
Bien común,
Ensayo,
Justicia,
Política

EXTRANJERO: En cierto sentido es evidente que el legislar es una de las atribuciones del reinado. El ideal, sin embargo, no es que la autoridad resida en las leyes, sino en un rey sabio y hábil. ¿Sabes por qué?
SÓCRATES EL JOVEN: ¿Qué quieres decir?
EXTRANJERO: Que no pudiendo la ley abrazar nunca lo que es verdaderamente mejor y más justo en todas las ocasiones, no puede tampoco ordenar lo más excelente. Porque las diferencias que distinguen a todos los hombres y a todas las acciones, y la incesante variación de las cosas humanas, que siempre están en movimiento, no permiten a un arte, cualquiera que él sea, establecer una regla sencilla y única, que convenga en todos tiempos y a todos los hombres. ¿Convenimos en esto?
SÓCRATES EL JOVEN: Sin duda.
...
EXTRANJERO: ¿No es imposible que lo que es siempre lo mismo, convenga a lo que no es siempre lo mismo?
SÓCRATES EL JOVEN: Así me lo temo.
EXTRANJERO: ¿Cómo, pues, puede ser necesario hacer leyes, si las leyes no son lo mejor posible? Busquemos la causa.
...
EXTRANJERO: Admitamos, pues, que el legislador, que debe obligar a rebaños de hombres a respetar la justicia y arreglar sus relaciones recíprocas, nunca será capaz, al mandar a la multitud entera, de prescribir precisamente a cada uno lo que le conviene.
SÓCRATES EL JOVEN: Es muy probable.
EXTRANJERO: Pero lo que conviene al mayor número de individuos y de circunstancias será lo que constituirá la ley, y el legislador lo impondrá a toda la multitud, sea que lo formule por escrito, o que lo haga consistir en las costumbres no escritas de los antepasados.
... si un hombre, valiéndose o no de la persuasión, rico ó pobre, con ó contra las leyes escritas, hace lo que es útil, ¿no debe decirse, que esta es la verdadera definición del buen gobierno, y que según ella se dirigirá el hombre sabio y virtuoso, que consulta el interés de los gobernados? Así como el piloto, preocupado constantemente con la salvación de su nave y de la tripulación, sin escribir leyes, sino formando una ley de su arte, conserva sus compañeros de viaje; en igual forma el Estado se vería próspero, si fuese administrado por hombres que supieran gobernar de esta manera, haciendo prevalecer el poder supremo del arte sobre las leyes escritas. Y hagan lo que quieran estos jefes prudentes, no se les puede hacer cargo alguno, en tanto que cuiden de la única cosa que importa, que es hacer reinar con inteligencia y con arte la justicia en las relaciones de los ciudadanos, y en tanto que sean capaces de salvarlos, y de hacerlos en lo posible mejores de lo que antes eran.
SÓCRATES EL JOVEN: Nada tengo que decir a tus palabras.
EXTRANJERO: ...los hombres no consienten con gusto el ser gobernados por uno solo, por un monarca, pues tienen perdida la esperanza de que se encuentre nunca un hombre, digno de ejercer este poder, que a la vez tenga voluntad y fuerza para mandar con la virtud y con la ciencia, y para dar equitativamente a cada uno lo que sea justo, que es lo que se llama bien; debiendo presumirse que se verá arrastrado más bien á maltratarnos, degollamos, y causarnos daño según su capricho.
...ya que no se ve aparecer en las ciudades, como en los enjambres de abejas, un rey tal como le hemos pintado, que sobresalga desde luego sobre todos los demás por el alma y por el cuerpo, no queda otro recurso que el de reunirse en consejo para escribir las leyes, siguiendo las huellas del verdadero gobierno.
SÓCRATES EL JOVEN: ¿Qué quieres decir?
EXTRANJERO: Que no pudiendo la ley abrazar nunca lo que es verdaderamente mejor y más justo en todas las ocasiones, no puede tampoco ordenar lo más excelente. Porque las diferencias que distinguen a todos los hombres y a todas las acciones, y la incesante variación de las cosas humanas, que siempre están en movimiento, no permiten a un arte, cualquiera que él sea, establecer una regla sencilla y única, que convenga en todos tiempos y a todos los hombres. ¿Convenimos en esto?
SÓCRATES EL JOVEN: Sin duda.
...
EXTRANJERO: ¿No es imposible que lo que es siempre lo mismo, convenga a lo que no es siempre lo mismo?
SÓCRATES EL JOVEN: Así me lo temo.
EXTRANJERO: ¿Cómo, pues, puede ser necesario hacer leyes, si las leyes no son lo mejor posible? Busquemos la causa.
...
EXTRANJERO: Admitamos, pues, que el legislador, que debe obligar a rebaños de hombres a respetar la justicia y arreglar sus relaciones recíprocas, nunca será capaz, al mandar a la multitud entera, de prescribir precisamente a cada uno lo que le conviene.
SÓCRATES EL JOVEN: Es muy probable.
EXTRANJERO: Pero lo que conviene al mayor número de individuos y de circunstancias será lo que constituirá la ley, y el legislador lo impondrá a toda la multitud, sea que lo formule por escrito, o que lo haga consistir en las costumbres no escritas de los antepasados.
... si un hombre, valiéndose o no de la persuasión, rico ó pobre, con ó contra las leyes escritas, hace lo que es útil, ¿no debe decirse, que esta es la verdadera definición del buen gobierno, y que según ella se dirigirá el hombre sabio y virtuoso, que consulta el interés de los gobernados? Así como el piloto, preocupado constantemente con la salvación de su nave y de la tripulación, sin escribir leyes, sino formando una ley de su arte, conserva sus compañeros de viaje; en igual forma el Estado se vería próspero, si fuese administrado por hombres que supieran gobernar de esta manera, haciendo prevalecer el poder supremo del arte sobre las leyes escritas. Y hagan lo que quieran estos jefes prudentes, no se les puede hacer cargo alguno, en tanto que cuiden de la única cosa que importa, que es hacer reinar con inteligencia y con arte la justicia en las relaciones de los ciudadanos, y en tanto que sean capaces de salvarlos, y de hacerlos en lo posible mejores de lo que antes eran.
SÓCRATES EL JOVEN: Nada tengo que decir a tus palabras.
EXTRANJERO: ...los hombres no consienten con gusto el ser gobernados por uno solo, por un monarca, pues tienen perdida la esperanza de que se encuentre nunca un hombre, digno de ejercer este poder, que a la vez tenga voluntad y fuerza para mandar con la virtud y con la ciencia, y para dar equitativamente a cada uno lo que sea justo, que es lo que se llama bien; debiendo presumirse que se verá arrastrado más bien á maltratarnos, degollamos, y causarnos daño según su capricho.
...ya que no se ve aparecer en las ciudades, como en los enjambres de abejas, un rey tal como le hemos pintado, que sobresalga desde luego sobre todos los demás por el alma y por el cuerpo, no queda otro recurso que el de reunirse en consejo para escribir las leyes, siguiendo las huellas del verdadero gobierno.
Publicado por
Jose Ricardo Lucks
el
lunes, marzo 09, 2015
domingo, 22 de febrero de 2015
El Príncipe. Nicolás Maquiavelo
Referencias:
Bien común,
Defectos,
Ensayo,
Maquiavelo,
Política,
Virtud

Dejando, pues, a un lado las utopías en lo concerniente a los Estados, y no tratando más que de las cosas verdaderas y efectivas, digo que cuantos hombres atraen la atención de sus prójimos, y muy especialmente los príncipes, por hallarse colocados a mayor altura que los demás, se distinguen por determinadas prendas personales, que provocan la alabanza o la censura. Uno es mirado como liberal y otro como miserable, ... Y para continuar mi enumeración añado: uno se reputa como generoso, y otro tiene fama de rapaz; uno pasa por cruel, y otro por compasivo; uno por carecer de lealtad, y otro por ser fiel a sus promesas; uno por afeminado y pusilánime, y otro por valeroso y feroz; uno por humano, y otro por soberbio; uno por casto, y otro por lascivo; uno por dulce y flexible, y otro por duro e intolerable; uno por grave, y otro por ligero; uno por creyente y religioso, y otro por incrédulo e impío, etcétera.
Sé que no habría cosa más deseable y más loable que el que un príncipe estuviese dotado de cuantas cualidades buenas he entremezclado con las malas que le son opuestas. Pero como es casi imposible que las reúna todas, y aun que las ponga perfectamente en práctica, porque la condición humana no lo permite, es necesario que el príncipe sea lo bastante prudente para evitar la infamia de los vicios que le harían perder su corona, y hasta para preservarse, si puede, de los que no se la harían perder... Pero no tema incurrir en la infamia que tiene que ver con ciertos vicios si no le es dable sin ellos conservar su Estado, ya que, si pesa bien todo, hay cosas que parecen virtudes, como la benignidad y la clemencia, y, si las observa, crearán su ruina, mientras que otras que parecen vicios, si las practica, acrecerán su seguridad y su bienestar.
Sé que no habría cosa más deseable y más loable que el que un príncipe estuviese dotado de cuantas cualidades buenas he entremezclado con las malas que le son opuestas. Pero como es casi imposible que las reúna todas, y aun que las ponga perfectamente en práctica, porque la condición humana no lo permite, es necesario que el príncipe sea lo bastante prudente para evitar la infamia de los vicios que le harían perder su corona, y hasta para preservarse, si puede, de los que no se la harían perder... Pero no tema incurrir en la infamia que tiene que ver con ciertos vicios si no le es dable sin ellos conservar su Estado, ya que, si pesa bien todo, hay cosas que parecen virtudes, como la benignidad y la clemencia, y, si las observa, crearán su ruina, mientras que otras que parecen vicios, si las practica, acrecerán su seguridad y su bienestar.
Publicado por
Jose Ricardo Lucks
el
domingo, febrero 22, 2015
miércoles, 18 de febrero de 2015
Política. Aristóteles
Referencias:
Aristóteles,
Bien común,
Ensayo,
Política

Puesto que vemos que toda ciudad es una cierta comunidad y que toda comunidad está constituida con miras a algún bien (porque en vista de lo que les parece bueno obran en todos sus actos), es evidente que todas tienden a un cierto bien, pero sobre todo tiende al supremo [bien] la soberana entre todas y que incluye a todas las demás. Ésta es la llamada ciudad y comunidad cívica.
...
Es evidente que la ciudad es una de las cosas naturales, y que el hombre es por naturaleza un animal social, y que el insocial por naturaleza y no por azar es o un ser inferior o un ser superior al hombre.
...
Por naturaleza, pues, la ciudad es anterior a la casa y a cada uno de nosotros, porque el todo es necesariamente anterior a la parte. En efecto, destruido el todo, ya no habrá ni pie ni mano, a no ser con nombre equívoco, como se puede decir “una mano de piedra”: pues tal será una mano muerta.
...
Así pues, es evidente que la ciudad es por naturaleza y es anterior al individuo; porque si cada uno por separado no se basta a sí mismo, se encontrará de manera semejante a las demás partes en relación con el todo. Y el que no puede vivir en comunidad, o no necesita nada por su propia suficiencia, no es miembro de la ciudad, sino una bestia o un dios.
...
Es evidente que la ciudad es una de las cosas naturales, y que el hombre es por naturaleza un animal social, y que el insocial por naturaleza y no por azar es o un ser inferior o un ser superior al hombre.
...
Por naturaleza, pues, la ciudad es anterior a la casa y a cada uno de nosotros, porque el todo es necesariamente anterior a la parte. En efecto, destruido el todo, ya no habrá ni pie ni mano, a no ser con nombre equívoco, como se puede decir “una mano de piedra”: pues tal será una mano muerta.
...
Así pues, es evidente que la ciudad es por naturaleza y es anterior al individuo; porque si cada uno por separado no se basta a sí mismo, se encontrará de manera semejante a las demás partes en relación con el todo. Y el que no puede vivir en comunidad, o no necesita nada por su propia suficiencia, no es miembro de la ciudad, sino una bestia o un dios.
Publicado por
Jose Ricardo Lucks
el
miércoles, febrero 18, 2015
martes, 27 de enero de 2015
Elogio de la crisis. Leopoldo Kohon
Referencias:
Bien común,
Comunidad,
Crisis,
Ensayo,
Kohon,
Mundo moderno

Quienes hoy vivimos en Occidente fuimos educados en el espíritu de utilidad y dominio que orientó la Revolución Industrial. Esto significa que en gran medida la vida nos ocurre en tanto instrumentos de la producción. En nuestra propia visión, somos en tanto producimos y en tanto consumimos. Es decir, nuestra actividad económica, tanto por hacer como por tener y consumir, es el eje de nuestro ser.
...desde hace tiempo convivimos con crisis afectivas, éticas, ecológicas, familiares. Hay crisis de sentido en nuestra existencia. Cada vez, nuestras acciones están menos conectadas con nuestro corazón, y nuestra experiencia no está pudiendo acceder a las sensaciones de bienestar y plenitud. Esta crisis de sentido debilita nuestro ánimo y genera una anomia ética en los vínculos sociales, familiares..., en las tareas intelectuales, en la política, en las instituciones...
...desde hace tiempo convivimos con crisis afectivas, éticas, ecológicas, familiares. Hay crisis de sentido en nuestra existencia. Cada vez, nuestras acciones están menos conectadas con nuestro corazón, y nuestra experiencia no está pudiendo acceder a las sensaciones de bienestar y plenitud. Esta crisis de sentido debilita nuestro ánimo y genera una anomia ética en los vínculos sociales, familiares..., en las tareas intelectuales, en la política, en las instituciones...
Publicado por
Jose Ricardo Lucks
el
martes, enero 27, 2015
Suscribirse a:
Entradas (Atom)